Deputación de Lugo

El INLUDES elimina una planta acuática nociva para la flora y la fauna del Miño

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Una especie invasora que amenazaba nuestro ecosistema

El proyecto “Mejora de un bosque inundable y lago distrófico”, gestionado por el INLUDES al amparo del LIFE-Naturaleza, contempla una acción destinada al estudio, seguimiento y eliminación de una planta acuática, catalogada como especie invasora, presente en la cuenca alta del río Miño: la azolla filiculoides Lamb. La presencia de la azolla en los cauces fluviales provoca un impacto negativo sobre la flora y la fauna local, además de un deterioro importante de la calidad del agua, disminución de la corriente e interferencias en la navegación y en las actividades pesqueras. En septiembre de 2003 técnicos del organismo provincial comenzaron a eliminar de forma manual y selectiva esta planta. El método utilizado: pequeñas redes y una embarcación tradicional, evitó el deterioro del resto de las especies florísticas, al tiempo que permitió recoger 30 toneladas de azolla en un tramo de 2 kilómetros. Tras exhaustivos estudios y análisis efectuados durante los últimos meses en varios tramos del Miño, los responsables del proyecto han concluido que la azolla ha sido casi totalmente erradicada, motivo por el que no ha sido necesario efectuar la recogida prevista para este año. Laura Vázquez, coordinadora del LIFE, se ha mostrado muy satisfecha por los resultados obtenidos y ha afirmado que esta situación restablece las condiciones naturales de los cauces, mejora la calidad de las aguas y favorece el desarrollo de las especies autóctonas. Evolución de la azolla filiculoides Lamb. Durante los últimos años la presencia de esta especie había aumentado notablemente en diferentes áreas pertenecientes a la Reserva de la Biosfera “Terras do Miño” y, especialmente, en la Insua de San Roque, donde competía con otras plantas acuáticas protegidas como el Luronium natanas, el Erygnium viviparum o la Margaritifera margaritifera (mejillón de río). La aparición de especies invasoras obedece a causas diversas: prácticas agrícolas, forestales o de jardinería; construcción de infraestructuras y procesos naturales relacionados con las aves migratorias o las corrientes fluviales. En todos los casos, las labores de seguimiento y control resultan imprescindibles para evitar su desarrollo. Aunque dependen de varios factores (temperatura, nutrientes orgánicos, humedad, intensidad luminosa, viento, pH), bajo condiciones óptimas pueden multiplicarse enormemente y ocupar grandes superficies fluviales, con el consiguiente deterioro medioambiental de la zona afectada.