Deputación de Lugo

Gómez Besteiro participa en la inauguración del puente sobre el río Miño que corrió a cargo de José Blanco

El Ministerio adelanta los plazos y abre esta nueva infraestructura para la ciudad con ocho meses de antelaciónEl nuevo puente supone una transformación viaria y urbana de Lugo y permitirá recuperar el puente romano, al liberarlo del intenso tráfico que soportaba con más de 12.000 vehículos diariosEl Gobierno de España ha destinado 29,3 millones de euros a la construcción del puente

El ministro de Fomento, José Blanco, ha asistido hoy al acto de inauguración del nuevo puente sobre el río Miño en Lugo, que abrirá al tráfico mañana sábado.

El nuevo puente permitirá mejorar la accesibilidad al casco urbano desde el suroeste de la ciudad, sustituyendo en esta función al antiguo puente romano que soportaba altas intensidades de tráfico (12.000 vehículos al día).

Las obras comenzaron en octubre de 2009 y se ponen en servicio con ocho meses de antelación respecto de la fecha prevista en el contrato vigente. Así, se cumple también el compromiso del ministro de Fomento de inaugurar el puente el día 24 de junio.

El Gobierno de España ha destinado un total de 29,3 millones de euros a la puesta en marcha de esta nueva infraestructura para la ciudad. Del total de la inversión realizada, 24,4 millones de euros corresponden a la ejecución de las obras, 3,2 millones de euros a las expropiaciones y 1,7 millones de euros a las asistencias técnicas de redacción del proyecto y del control y vigilancia de las obras.

En el marco de esta actuación, además del nuevo puente sobre el Miño, se han construido los viales necesarios para conectar la actual circunvalación (N-VI) con las carreteras del sur de la ciudad. Concretamente, la carretera de Portomarín (LU-612), con la que conecta a la altura del nacimiento del Regato Chousa da Fonte, y la antigua carretera de Santiago, con la que conecta a la altura del acceso al Policlínico Lucense, dando acceso al barrio da Ponte.

Con estas conexiones, se abren también nuevas salidas de la ciudad hacia la futura Autovía A-54 de Lugo a Santiago, que actualmente está en fase de ejecución.

Las obras del puente sobre el Miño han sido cofinanciadas con Fondos FEDER de la Unión Europea.

Características técnicas

La longitud total del nuevo puente es de 195 metros, distinguiéndose dos tramos. El primero es un vano principal metálico de 95 metros de longitud, sobre el cauce del río Miño, con una tipología estructural de arco parabólico con tablero inferior. El segundo tramo, de 100 metros de longitud, es un viaducto de acceso al puente arco, con un esquema estructural tipo viga-cajón de tres vanos de 33,3 metros de luz cada uno y cuya principal función es minimizar la ocupación de los terrenos en la ladera del río, dotando de una adecuada permeabilidad a la zona.

La sección transversal del tablero presenta dos calzadas con un ancho total de de 24,1 metros, separadas por una mediana en el tramo recto del puente en la que se alojan aceras en ambas márgenes. En el tramo en arco, que cruza el Miño, la sección transversal se ha ampliado hasta 26,3 metros, a efectos de disponer aceras de mayor anchura con mobiliario urbano.

En el vial de conexión con la carretera autonómica LU-612 a Potomarín, se ha proyectado por motivos medioambientales un viaducto de cuatro vanos de 108 metros de longitud para salvar el cauce del Regato Chousa da Fonte, que finaliza en una glorieta en la confluencia con la citada carretera de Portomarín.

En el vial de conexión con la antigua carretera de Santiago, se ha habilitado un paso inferior para permitir la permeabilidad transversal a las fincas colindantes. Este vial finaliza en una intersección con la citada carretera.

El enlace del nuevo puente con la carretera N-VI se ha resuelto mediante un enlace de tipo diamante con glorieta superior, conectado mediante cuatro ramales con la N-VI.

Los dos ramales del lado del río discurren sobre estructuras de 108 y 125 metros de longitud a efectos de mejorar la integración visual y ambiental de la obra, mientras que los otros dos ramales del lado de la ciudad se encuentran apoyados sobre un muro y la propia ladera. Los ramales del lado río están dotados de aceras de 2,1 metros para permitir el acceso peatonal al puente desde el adyacente Parque del Miño.